Miquel Àngel Ballester profundiza y analiza el arte callejero de Mallorca. Nos cuenta que los grafittis y murales que encontramos van detrás de varios objetivos ya que en el arte nada es casualidad. Todo busca llegar más allá de lo que puedas imaginar, un claro ejemplo es buscar enviar al público un mensaje de protesta mediante una propuesta artística.
El arte clandestino ha pasado a necesidad urbana. Cientos de obras de arte callejero decoran muros de calles y edificios en Baleares. Los expertos explican que ahora ya no es sólo protesta, pero tampoco, exclusivamente, una propuesta artística.
Miquel Àngel Ballester ha estudiado en profundidad el arte callejero de Mallorca. Ha pasado de ejercerse con nocturnidad «a tener reconocimientos social» dice «ahora, se firman las obras» y se ha convertido en «casi una necesidad» de los espacios urbanos, ciudades y pueblos.
Las firmas como Joan Aguiló, Carolina Adán, Abraham Calero o Soma son habituales en las paredes de la calle y también en los grandes muros de edificios como escuelas o polideportivos. A veces, también para visibilizar la degradación de un entorno o denunciar la gentrificación. El Art Urbano tiene buena salud y buen nivel en las islas, explica Ballester, con relieve generacional y en equilibrio entre la protesta y la propuesta artística.
Según Ballester, este arte, democrático y gratis, está abierto de lleno a la interacción con la gente” de hecho, los artistas miran mucho el entorno para completar el significado de la intervención y lo explican en sus redes sociales.
el Street Art tiene buena salud y buen nivel en las islas, dice el experto, con relieve generacional y en equilibrio entre la protesta y la propuesta artística.